Tras 3 semanas de lo acontecido la choza tuvo un cambio bastante notable en su ambiente, Astaro se llevaba muy bien con Hé y Lé, Amelia, Sofía y Guang también se llevaban bastante bien, y yo bueno básicamente me enfocaba en la recolección de comida con Zeng y Wulls, buscábamos de pueblo en pueblo, alimentos que todavía no caducaban.
—Tengo hambre, Asterio no hay carne aquí ¿Podemos cazar algún venado? —Wulls se quejó—.
—Podríamos hacerlo solo que no creo que encontremos algún venado por aquí, tal vez ¿Un jabalí? —mencioné mi opción—.
—Mientras sea carne por mi está bien —acepto sin más—.
Seguimos buscando dentro de una tienda deshabitada cuando de pronto, se escuchó gritar a unas personas mientras disparos se escuchaban.
—¿Qué estará pasando? —Zeng miraba detenidamente lo que estaba sucediendo en lo más alto de un árbol—.
—¿Podría ser un asalto? —cuestionó Wulls—.
—No, más bien parecen estarce defendiendo de…
Esa pausa, no debe de ser nada bueno, mientras subía la copa del árbol mire con asombro como una criatura muy grande pisaba a las personas que aparentemente le habían disparado, esta criatura era enorme, tenía una apariencia monstruosa si lo comparase con algo diría que tiene un gran parecido con un árbol, sí, un gran árbol gigante con vida propia.
—Parece ser algo muy peligroso ¿Qué hacemos? —dijo Wulls mientras se subía a mi espalda algo preocupada—.
—Evidentemente salir en silencio del bosque.
Una voz resonó en mi cabeza y en la de Wulls, era Tana quien no se oía preocupada en lo absoluto, si no como si de algo normal se tratara.
—Salir en silencio ¿Por qué? —pregunté—.
—La criatura que observan en estos momentos es Che Uinic, El señor del Bosque Es uno de los sobrevivientes de una antigua guerra que inicio en el principio de los tiempos, guerra cuyos participantes fueron los enanos y los gigantes, es una criatura que podría catalogarse como legendaria debido a su estadía desde el principio de los tiempos, su raza evidentemente es de los gigantes, algo que aborrece este ser legendario es el ruido, mismo que desato su ira cuando esos humanos le dispararon y gritaron al mismo tiempo.
Sigo pensando ¿cómo es que sabe todo eso? ¿de dónde saca esa información? Bueno sea como sea ya sabemos que es un ser catalogado como legendario.
—Me pregunto ¿Qué tan fuerte será? —preguntó esta vez Wulls—.
—No hay ningún escrito que detalle sobre su poder, pero haber sobrevivido a una guerra, lo que queda caro es que es fuerte, tal vez incluso más que el amo Asterio y el Sr. Zeng —Declaro Tana—.
—¿Quieres comprobarlo? —Wulls susurro en mi oreja derecha—.
—¡Ni lo pienses Wulls! Es muy arriesgado para ustedes —reprendió Tana—.
—Vez por eso nadie te cortejaba en la academia de mascotas, por aburrida.
—¡Eso no tiene nada que ver con el tema!
—Bueno sea lo que sea será mejor que se quede tal y como esta, sería peligroso si esa cosa se enojara de nuevo.
Un ser así de extraño mostrándose ante las personas ¿qué diablos está pasando en el mundo? No tengo ni la más remota idea, pero es muy extraño que pasen estas cosas, las criaturas de antes y ahora este ser legendario, si en verdad hay un Dios quisiera preguntarle ¿por qué está pasando esto?
—Asterio ¿Qué hacemos? —me cuestiono Zeng—.
—Que no es obvio, retirarse.
—Pero, no crees que es algo extraño, digo normalmente este tipo de seres viven aislados de la humanidad y de nosotros ¿cuál será el motivo por el cual se muestre en estos tiempos de caos?
—Si tanto te intriga ¿Por qué no vas a ver? —Conteste sin más—.
—De acuerdo, iré a investigar más de cerca —Contesto y se fue—.
—Yo voy contigo —Wulls salto de mi espalda para seguir a Zeng—.
No entiendo el porqué de esa curiosidad, aunque si es extraño que esto pase, baje del árbol para rodear la posición del gran ser de madera, lo mire detenidamente observando cada característica de su cuerpo, no tenía rodillas ni codos, además está sosteniendo un bastón en su mano derecha, sus ojos, unos ojos verdes que a simple vista son los de un anciano.
De pronto una extraña sensación sube desde mis pies hasta mi cabeza, un gran escalofrió hiso que detuviera mi camino, me pare en seco en medio del bosque el cual por un momento dejo de hacer ruido y el viento se pauso repentinamente dejando una atmosfera vacía en el ambiente, mire a mis alrededores mientras buscaba de dónde provenía esta sensación de inquietud.
—Humano, no, no es lo mismo, este es más oloroso.
Una voz penetrante se escuchó, trataba de localizar al dueño de la voz, pero por más que busqué con la mirada, no encontré rastro de la persona.
—No vengo a buscar problemas —aclaré—.
—Yo tampoco, pero tu olor es algo indeciso, eres frio o caliente, no puedes ser ambos a la vez.
—No entiendo nada de lo que dices, solo déjame ir.
—Pero primero dime ¿Qué deseas de los demás? Quieres ¿Protegerlos? o ¿Usarlos para tu propio beneficio?
—¡No sé de qué me hablas! Me confundes con esa manera tan misteriosa de hablar —Dije enfadado—.
—En ningún momento estuve hablando contigo.
—¿De qué hablas? Soy el único aquí.
—¿Por qué no quieres hablar? Oh ya veo entonces esa es tu respuesta.
—Sigo confundido ¿Con quién hablas?
—Con el olor fétido que está mezclado con el tuyo.
—¿Olor fétido?
—Cuídate y cuida a tu familia, una traición acabara con todo, estate atento si no quieres quedarte solo, si ya te paso una vez procura que no vuelva a pasar.
—¿Traición? No sé de qué hablas, pero supongo que sabes algo ¿Verdad?
—Sí, soy alguien muy atento.
—¿Puedo preguntarte algo?
—No, la verdadera pregunta es ¿Por qué no lo preguntas?
—¿Qué está pasando?
—Hablas sobre el castigo de Dios dado a él hombre ¿Verdad?
—¿Castigo?
—Dios está enojado con ustedes, su castigo involucra muerte y sacrificio, muerte para los malos y vida eterna para los arrepentidos de corazón.
—¡No puede ser! ¿Entonces esto viene de Dios?
—Así es, las criaturas que Dios guardaba para este día se empiezan a manifestar, las bestias guiadas por Dios matarán a la gente y darán vida eterna.
—¡Como que vida eterna! ¡Están matando a todos! —explote en cólera al oír lo de vida eterna—.
—No los matan o al menos a los arrepentidos no, a ellos los liberan del cuerpo otorgado por Dios, separando el alma y el espíritu de un cascaron vacío.
—Entonces acabaran con todos ¿Verdad?
—Sí, con todos los seres vivos.
Entonces es un castigo, un castigo absurdo, si no querías un mundo corrupto lleno de maldad ¿por qué no crearlo perfecto desde un inicio? Escribes y borras, algo que parece muy fácil de hacer, pero y que hay de las personas que ya tienen un futuro construido, se les será arrebatado por un castigo absurdo ¡tonterías!
—¿Hay una forma de detenerlo? —cuestioné seriamente—.
—No se puede ir en contra de los deseos de Dios —dijo secamente—, pero en realidad nadie nunca lo ha intentado.
—Entonces ¿Puedo detenerlo?
—No es un puedes si no un voy, la determinación es un punto bueno de los humanos y en ti está escrito algo, una palabra que incluso está escrita en el libro del castigador.
—Entonces si la puedo detener —afirmé—.
—En estos momentos se está llevando a cabo una guerra, pero no de humanos, si no de brujas, escoge un bando y ayúdalas a ganar ahí encontraras respuestas sobre tu olor fétido y como detener al Dios castigador.
—Una cosa más ¿Por qué contestas las preguntas de un humano? —interrogue seriamente—.
—Te autoproclamas humano, eso no lo vi venir, pero en ningún momento le contesté las preguntas a un humano.
—Si sigues halando tan misteriosamente jamás voy a entenderte —exclamé—.
—Un humano que va en contra de su Dios ¿Seguiría considerándose humano?
—Bueno, tienes razón no se consideraría un humano, más bien se consideraría, un Humano Desertor —Dije sonriendo—.
—Exactamente —finalizó—.
○●○●
—¿Dónde estabas? Te buscamos por un buen rato ¿Qué estabas haciendo? —Zeng caminaba hacia mi posición—.
Me encontraba sentado en el auto de los humanos que anteriormente habían sido aplastados, al parecer Che Uinic había desaparecido en cuanto Zeng y Wulls llegaron a su supuesto encuentro.
Después de mi conversación con ese misterioso ser, que aparentaba ser un hombre aparecí repentinamente en el auto de los humanos, que afortunadamente estaba lleno de comida y herramientas lo cual nos vendrá de maravilla para nuestro viaje.
—Te ves algo distraído o más bien pensativo —Wulls habló mientras se acercaba a mí—, planeas algo ¿Verdad?
—¿Te gustan los viajes? —pregunté indiferentemente—.
—Me da igual, te seguiré a donde vayas de todos modos, estamos bajo contrato ¿Recuerdas? —dijo sonriente—.
—Entonces está decidido, iremos a Colombia a resolver algo de suma importancia —dije tomando una gran mochila del auto—.
—¿Qué se supone que le diré a tu hermano y a Sofía cuando regrese? —cuestiono Zeng—.
—Ellos lo entenderán solo diles que tengo algo que hacer y que no se preocupen, regresare con grandes provisiones de momento solo diles eso.
—De acuerdo, cuídate chico —se despidió—.
Sé que es repentino, pero detener esto nos favorece mucho, si aseguraran la seguridad de mis seres queridos no me importaría dejar así el mundo, pero lamentablemente para el castigador no hay excepciones. De seguro Astaro entenderá que es algo de suma importancia y cuidara de Sofía y Amelia de eso estoy seguro.
—Sobro mucho espacio en la mochila ¿Verdad? —menciono Wulls sonriendo—.
—Ni creas que te dejare hacerlo —refunfuñe—.
—Oh vamos no peso tanto, además estoy muy cansada de caminar buscando al rey del bosque, por favor amo —rogo—.
—Tu numerito dramático no te ayudara en nada —dije empezando a caminar—.
Mientras caminaba sentí como algo estaba subiendo a la gran mochila que cargaba en mis espaldas, y Wulls no estaba por ningún lado, suspire y mire dentro de la mochila para ver como Wulls dormía dentro de ella.
—Bueno puede servir de ejercicio, después de todo nunca tuve la opción de decir que no —me resigne para después colgarme la mochila y seguir caminando—, un momento— pare en seco—, ¿Hacia dónde queda Colombia? —me cuestioné mientras miraba el atardecer—.