Chereads / Astero "El Dios Olvidado" Vol.1 / Chapter 11 - Repent el embajador del arrepentimiento “Parte 1”

Chapter 11 - Repent el embajador del arrepentimiento “Parte 1”

Historia Extra.

Un día menos siendo humano, un día menos siendo Raúl y un día más después de ese acontecimiento que daría comienzo a la vida de Repent, el que acompaña al arrepentimiento y trae la desgracia al arrepentido.

 

Mientras miraba la televisión felizmente una voz me llamo desde la cocina, ella era mi madre quien felizmente me esperaba para darme el almuerzo antes de asistir a la escuela.

—Raúl tu hermana te llevara a la escuela el día de hoy, lo siento, pero tengo cosas que hacer —gentilmente me explico mientras almorzaba—.

—Está bien mamá, mi hermana es muy amable conmigo.

A pesar de nuestra diferencia ante la sociedad mi hermana siempre me miraba felizmente, me ayudaba en mis tareas e incluso me defendía de los niños que me insultaban en la escuela. Yo y mi madre somos nacidos en Bogotá Colombia, pero mi padre nos llevó a vivir a Estados Unidos donde lamentablemente mi padre murió en un tiroteo, era uno más que estaba solo ahí trabajando para darnos de comer a mí, a mi hermana y a mi madre, pero qué más da, esto es lo que me tocó vivir.

Mi hermana era una estudiante con el mejor promedio de la escuela, además es muy bonita su piel es de un color blanco y ojos azules, ella definitivamente se parece a mi padre, mientras que yo soy todo lo contrario, los insultos que recibo son a consecuencia de mi piel morena característica de mi país de origen, mi madre y yo somos los que tenemos este color de piel tan peculiar, lo odio, si fuera como mi hermana, no me dirían todas esas cosas malas.

 —Raúl ¿Dónde estás? —mi hermana me hablo—.

 —¡Aquí Beverley!

Salí corriendo de mi habitación listo para irme junto a mi hermana a la escuela, mientras ella me esperaba sonrientemente en la entrada de nuestra casa, a pesar de la discriminación que sufría era muy feliz, tanto que no me esperaba lo cruel que podía ser la vida.

○●○●

El 14 de diciembre de 1985, me encontraba subiendo las escaleras de mi casa buscando a mi madre quien al parecer había sufrido una neumonía, estaba teniendo dificultades para respirar, no teníamos dinero para darle un tratamiento adecuado para que sanara por completo, estaba asustado jamás vi a mi mamá postrada en una cama haciendo ruidos raros mientras intentaba respirar, mi hermana no se encontraba en casa así que tenía que cuidar de mi madre mientras ella no estaba.

 —Tranquila mami todo va a estar bien —dije mientras intentaba no llorar—.

—Raúl —me llamo mientras intentaba respirar—.

—¿Qué pasa mami? ¿Qué tienes?

—Te amo, siempre, siempre te amare.

¿Por qué me estaba diciendo eso? Si fuera un adulto pensaría que ella ya jamás despertaría, pero mi mamá no podía irse ¿verdad? Ella nunca me dejaría solo ¿verdad? Mi mamá siempre estará conmigo sin importar la edad que tenga ¿verdad?

 —Raúl —me llamo—.

Logre tranquilizarme al ver su sonriente mirada, esa que siempre me acobijo cuando tenía miedo, cuando los niños me insultaban junto con ella, yo quiero mucho a mi mamá.

—Yo, jamás te dejare solo Raúl, no hasta que alguien este contigo, alguien que te quiera de la misma manera que yo te quiero —dijo mientras acariciaba mi mejilla—.

 —Te quiero mucho mami —dije dándole un beso en la mejilla—.

Sali de la habitación de mi madre aliviado por sus palabras, después de todo mi mamá nunca se ira de mi lado como mi papá aunque bueno después de la muerte de quien más bien fue mi padrastro mi hermana se volvió más cariñosa conmigo, anteriormente solamente hablaba conmigo de cosas triviales nada personal, pero después de eso empezó a acercarse más a mi incluso dejo su habitación para quedarse en la misma que yo, nunca la he visto con sus amigas o amigos siempre que regresa de la escuela llega preguntando por mí, pero aun voy a primaria y sus turnos son matutinos mientras que los míos son vespertinos, ya es una jovencita cuenta ya con 15 años de edad, mientras que yo aún tengo 12 pero aun así soy más alto que ella.

—Raúl ¿hay algo que me quieras contar? —me abrazo fuertemente—.

—No, Beverley en realidad no.

—Sabes que me molestan las mentiras, anda dime ¿Quién era la niña con la que venias hablando?

—Es Sandra es una amiga que conocí en 5to de primaria, es una niña muy linda de hecho me regalo un bonito llavero —le mostré mi llavero—.

—¡Qué bonito! Es algo raro de ver ¿Dónde lo compro? En el basurero —se burló—.

—No te deberías reír, me lo regalo con mucho cariño —le quite el llavero de las manos—.

Después de quitarle mi llavero, su rostro cambio repentinamente a una expresión seria, me tomo del brazo me acerco a ella mientras intentaba quitarme el llavero, sin embargo, no logro hacerlo.

—Raúl si no me das ese llavero de mierda te vas a arrepentir —me amenazo mientras salía de mi habitación—.

Me cuestionaba en mi cabeza ¿Qué es lo que le pasa? Se portó muy seria repentinamente ya antes se había enojado conmigo, pero esta vez parecía estar demasiado irritada, pero no entiendo del porqué, solo le mostré un regalo que me dio una amiga eso es todo, ni siquiera se lo dije en tono de burla tanto como para hacerla enojar, en fin, deje de darle vueltas a lo que paso y seguí con mis cosas.

A la mañana siguiente me levante con ganas de hacerle el desayuno a mi madre quien gracias a dios está mucho mejor, gracias a que recolecte dinero en los semáforos pude pagarle solo el medicamento más importante, el resto mi hermana lo consiguió. Que hablando de eso parece que ya no está enojada conmigo, de nueva cuenta vuelve a actuar como de costumbre, siempre se mantiene pegada a mí, cuidándome en cualquier momento.

Ese día salimos de la casa, era un domingo por la mañana acabábamos de almorzar y queríamos salir a comprar alguna ropa que le había gustado a mi hermana, mi padrastro y el padre de Beverley le dejo literalmente todos sus bienes a ella, su dinero, su casa prácticamente todo es propiedad de ella, sin embargo, creo que debería de hacer algo por mí y por mi madre, digo soy el único hombre de la casa y me causa vergüenza depender de los bienes de mi hermana.

—Oye Raúl —me habló—.

—¿Qué?

—La próxima semana es tu cumple años ¿Qué vas a querer de regalo?

—No hace falta, con tenerlas a ustedes dos en mi vida es suficiente.

—Aw, que tierno te oíste —me abrazo—, me refiero a algo aparte de eso, siempre he querido regalarte algo, ya casi se cumple un año desde que papa falleció y siéndote sincera aun pienso que está vivo, que puede estar en cualquier sitio, pero muy en el fondo sé que está muerto —algunas pequeñas pero visibles lagrimas salieron de sus ojos—.

—Beverley yo te quiero mucho —la abrace—, a ti y a mama las amo a las dos.

No sé si fue por la emoción del momento, pero ella me abrazo fuertemente mientras frotaba su rostro en mi pecho, sin embargo, no me decía ninguna palabra solamente volteo su mirada dirigiéndomela a mí, yo estaba un poco triste aun por lo que me había contado, sin embargo, para mi sorpresa ella empezó a sonreír sin dejar de mirarme.

—¿Beverley?

—Estaba bromeando —tomo mi rostro y lo acerco al suyo—, el único amor que necesito es el tuyo y el único que necesitas es el mío, por eso —me beso— ámame mucho Raúl.