Chereads / Astero "El Dios Olvidado" Vol.1 / Chapter 12 - Pesadilla

Chapter 12 - Pesadilla

Dia 4 después de que inicie el viaje a Colombia, me encuentro amarrado y encima de un auto ¿Por qué? Bueno a cierta enana se le ocurrió pelearse con unos humanos que estaban armados y todavía según los informes de Tana son exmilitares, bueno nos tomaron presos a mí y a Wulls con la pequeña diferencia de que al que le tocaron los golpes fueron a mi persona, dijeron no podemos pegarle a una mujer pequeña ¡Si claro, ella fue la que insulto a sus madres! A pesar de que me ofrecí para darle sus nalgadas a Wulls terminaron por pensar que soy un mero criminal que anda por ahí robándole a todo el mundo, en fin.

En la actualidad me encuentro aun encima del auto con la pequeña diferencia de que cierta enana esta junto a mi sonriendo gustosamente y comiéndose un sándwich.

—Te mueres de risa verdad, niña.

—No, solo veo que nos has metido en un gran problema.

—Ahora resulta ¿que el que insulto a los exmilitares y a sus madres fui yo?

—El problema no fue ese, sino que no huiste si lo hubieras hecho no estaríamos aquí.

Tenía un buen punto no podía debatir con ella si de soluciones hablamos, sin embargo, creo que esto podría beneficiarnos un poco al parecer nos encontramos dentro de un pequeño edificio en ruinas, creo que posiblemente estén reclutando personas para defender los pueblos cerca o al menos eso quiero pensar, pero de momento el auto está en el estacionamiento subterráneo del pequeño edificio.

—¿Cuándo me vas a desatar de aquí?

—Cuando me lo ordenes, amo —se rio—.

—Te prometo que un día de estos —dije entre gruñidos—.

Después de desatarme Wulls derribo una puerta del coche por donde salimos, al salir empezamos a caminar por el estacionamiento oscuro, casi no veíamos nada solamente me guiaba por los muros mientras Wulls me seguía por detrás.

—Amo Asterio —Tana me hablo—.

—¿Qué pasa?

—Podría intentar formar una pequeña esfera de luz con su energía vital, para iluminar el camino.

—Ah si es verdad, gracias Tana ojalá alguien fuese como tu —dije refiriéndome a cierta enana que estaba justo detrás de mí—.

—Ya quisieras idiota —rio Wulls después de decir eso—.

Logre hacer una pequeña esfera de luz que ilumino mi alrededor, y para mi desgracia pude darme cuenta que el estacionamiento estaba completamente vacío, solamente el auto donde nos encontrábamos lo veíamos a lo lejos, era prácticamente enorme el estacionamiento, le dije a Wulls si podía escuchar a alguien que me avisara con tiempo, ella tiene unos sentidos muy agudos.

—No escucho nada, pero empieza a oler mal aquí —dijo mientras ahora caminaba frente a mi—.

—¿A qué tipo de olor te refieres?

—Un cadáver —dijo sin voltear a verme—.

Decidí seguir el olor a cadáver que me decía Wulls, sin embargo, el olor llegaba a una pared sin más, creo que puede ser que este del otro lado del muro, pero ¿Cómo diablos podre pasar por ahí? podría derribarlo, pero eso sería alertar a los exmilitares, de pronto una pregunta inundo mi cabeza.

—Wulls —la llame—.

—¿Que pasa, tienes miedo? —dijo burlonamente—.

—Tu viste a donde se fueron ¿verdad? —pregunte seriamente—.

De pronto me miro seriamente mientras se acercaba a mí, empezó a reírse subiendo el volumen poco a poco hasta carcajearse, después de eso unas criaturas humanoides que más bien parecían sombras me empezaron a atacar, mientras que a Wulls le sacaban la vuelta.

—¡Amo Asterio! —Tana me llamo—.

—¡Tana que está pasando! —grite alterado debido a que no paraban de venir por mi—.

—Ella n$ #% Wulls, #$& me escucha sal%$# de ahí —se cortó la comunicación—.

—Espera Tana entonces ¿Quién es? ¡Tana! —la llame fuertemente—.

De pronto las sombras me habían inmovilizado por completo, por alguna extraña razón no podía zafarme de ellos.

—Qué bonito te vez estando tan indefenso —la falsa Wulls me hablo—.

—¿Quién eres?

—Lamento presentarme así, pero me daban ganas de ver tu rostro invadido por el miedo, pero por lo que veo necesito algo más para asustar al salvador de mi pueblo.

—¿Salvador?

—Me llamo Layla Silence octava reina de las brujas y tataranieta de la legendaria pero jamás mencionada, Layla Silence más conocida como la bruja del silencio o la bruja del inicio —tomo mi rostro mientras levitaba en el aire—.

En un parpadeo esta cabio su apariencia por completo, ahora era una mujer muy esbelta y aparentemente delicada que llevaba un vestido de novia de color negro, su cabello oscuro y sus ojos color miel podrían captar la atención de cualquiera, viera como lo viera parecía una jovencita de mi edad.

—Que bonitos ojos tienes —dijo mientras acariciaba mi cabello—, dime salvador ¿Por qué quieres encontrar respuestas de tu maravilloso olor que proviene dentro de ti?

—¿Cómo sabes eso?

Su expresión cambio repentinamente al oír mi pregunta, dejo de tomar mi rostro para después chasquear los dedos e iluminar todo el estacionamiento que ahora era un hermoso jardín de rosas, las sombras habían desaparecido por completo y frente a mi estaba Layla sentada entre un ligero pastizal que se encontraba entre todas las rosas.

—Pensé que serias un hombre grande y fuerte, pero al parecer eres solo un adolescente en desarrollo —rio—.

—Ahora me tratas bien, que rara persona eres.

Me señalo el pasto con su mano derecha incitándome a sentarme, sin embargo, no lo hice solo me quedé observándola detenidamente. Cuando vio que carecía de confianza ante ella se puso de pie y en un parpadeo me encontraba recostado en el pasto, con ella estando encima de mí.

—¿Cómo es que? —corto mi pregunta con su dedo índice obligándome a guardar silencio—.

—A simple vista pareces una persona común y corriente, un joven de 17 años que piensa que la única forma de obtener lo que quiere es tomándolo a la fuerza, una actitud egoísta de tu parte, dime cariño si tuvieras mucha hambre y no hay nada más que otro niño que ni siquiera conoces comiendo un pan ¿Qué harías?

—¿Qué no es obvio? Dejar que coma su pan —dije intentando quitarla de encima mío—.

—Y si tu hermano fuese el que estuviera hambriento ¿Qué harías? —dijo riendo entre dientes—.

—¿Cómo sabes que tengo un hermano?

—Vaya entonces si tienes un hermano —se acercó a mi rostro nuevamente—, contéstame cariño ¿Qué harías?

—Quitarle el pan y dárselo a mi hermano —dije sin más—.

Sonrió ante la respuesta que salió de mi boca, mientras un fuerte viento soplaba haciendo que las rosas volaran dejando ver una tierra fértil sin más, los ojos de la bruja observaban con detenimiento los míos, mientras sentía que mi cuerpo no se movía para dada, movió mi cabeza hacia la izquierda acercándose a mi cuello.

—Tú y yo nos vamos a entender muy bien —dijo para después morderme el cuello—.

Ante mis ojos pude ver un montón de recuerdos tales como por ejemplo el nacimiento de Layla, su proceso para convertirse en bruja, hasta el nacimiento de su hija Layla Silence novena.

Además, me vi postrado ante una figura obscura que estaba frente a mi observándome detalladamente y por último escuché una voz en mi cabeza que me dijo "no me busques"

Mi vista se estaba poniendo borrosa mientras a lo lejos escuchaba unas voces, estas voces pertenecían a Wulls y a Tana, pero no entendía muy bien sus palabras, sentí una sensación fría en los labios como si estuviera besando un hielo, pero justo después de sentir esa sensación fue cuando pude entender las palabras.

—Asterio

—Amo Asterio

Escuchaba a lo lejos nuevamente las voces de Wulls y Tana, sin embargo, cuando mi vista se aclaró pude ver como estaba en medio de lo que se podría describir un mar, si, estaba dentro del mar mirando una enorme bestia que desafiaba la imaginación de cualquier cuento de hadas, de cualquier obra ficticia hecha por el ser humano, una enorme bestia capaz de comerse una ciudad entera de una mordida.

—¡Despierta! —Wulls y Tana gritaron de desesperación—.

La enorme bestia me había devorado.