Poco después sus tíos y padres llegaron junto con algunos primos mayores, por lo que sabia sus hermanos finalmente están de vacaciones y vendrían para lo de su abuela materna y después los seguirían hasta santa fe, su hermana era lo mismo.
Ella era recién ingresante en el bufete de abogados y aún tenía que seguir aprendiendo y estudiando.
Tadeo ayudo a bajar las cosas de las camionetas ya que había tanta mercadería tanto para navidad como para año nuevo que festejarían en san juan, esta vez era el turno de su mama de festejar las fiestas aquí.
Cajones de cerveza y de fernet, Gancia, smirnoff, sernova, blue sky, gaseosas e incluso bolsas de hielo.
Sino fuera que su abuela tenía tres freezers gigantes que podían caber dos personas en cada una, no habría lugar para poner tanta bebida.
Después bolsas de verduras como cebollas, papas, zanahorias, zapallo, calabaza, morrones, manzanas fueron dejados en el almacén que en realidad era una pieza, pero como la peta vivía sola la transformo en un almacén para verduras y frutas y nadie sabía su secreto de como mantenía las cosas frescas.
En conclusión, le llenaron las heladeras, freezers, muebles a la abuela peta y ella estaba contenta porque no gasto ni un solo peso.
Pronto se hizo de noche y los hombres que fueron a dormir la siesta merecidas después de trabajar incansablemente todo el año, apenas se despertaron se fueron a pegar un baño y solo tenían los pantalones cortos puestos, después comenzaron a juntar leña y otro comenzó a limpiar el disco.
Los niños ahora recién a la noche volvieron de jugar y ni siquiera llegaron a dar un paso al piso de cerámica de la abuela que esta los mandó a bañarse, y como había dos baños en menos de una hora todos estaban pulcros.
Ella podrá ser ciega, pero no sorda y no hacía falta ver en donde estuvieron estos niños, que seguramente fueron a las sequias para refrescarse o jugando la pelota llenos de tierra y polvo.
La primera tanda de empanadas ya estaba lista, pero nadie tuvo apuro debido a que aún están calientes y llenas de aceite, y como ya estaba caliente el aceite, solo necesitaba diez minutos de cocción la tapa de empanada ya que su relleno ya estaba caliente si era en caso de carne picada o pollo, las de jamón y queso no hacía falta.
El hielo fue cortado y puesto en cubeteras o jarras grandes, las mesas listas y más visitas llegaron.
Tanto familiares como parientes de los esposos y esposas de la familia Jirra.
Ellos estaban acostumbrados de ser numerosos lo cual hizo que cada hijo e hija tuvieran muchos hijos o mínimo tres, y debido a su buena genética y herencia, algunos tenías ojos verdes o celestes debido al abuelo y los padres de este, su abuela por su caso tenía ojos negros.
Y la única que los obtuvo era leila y en su caso Tadeo, sus hermanos tenían ojos marrones claros u oscuros, tanto por su madre como por su padre.
Todos al sentarse comenzaron a comer y formar grupos de comer unas tres o cuatro empandas, y como antes en contra de su voluntad, Tadeo que estaba comiendo empanadas de carne y una jarra de coca cola con un gran hielo, fueron reemplazados por un guitarra, y sus tíos ya tenían instrumentos para tocar.
Suspiro y comenzó a tocar y debido a que los hombres habían tomado cuando estaban prendiendo fuego, a este punto estaban como masetas, pero no decían que no al alcohol y a la música.
Y como todos habían bebido, la peta les prohibió conducir a sus casas estando alcoholizados, así que ordenó a los niños que trajeran camas, sabanas y almohadas no sin antes barrer el piso.
Para cuando eran las seis de la mañana, el sol ya había salido, el patio, el piso tanto de cerámica como de tierra estaban llenos de papeles, botellas de cervezas y demás, demostraba que hubo una gran juntada familiar.
Y como la peta tenía excusa por su ceguera, ella no podía limpiar y tampoco le importaba, total ella no hizo este enchastre.
La peta se había acostado alrededor de las once de la noche y las seis y media de la mañana ya estaba afuera tomando mate con unas empanas de carne y notó que Tadeo fue el primero en levantarse.
-por tempranero, ahora vas a limpiar todo. - dijo la abuela tomando mate.
-…-
Sin quejarse fue a hacerlo no sin antes pedirle un mate a su abuela, poco después empezó a limpiar y les dio las sobras a los perros y alguna que otra empanada entera.
Media hora después de limpiar tantos papeles de servilleta que mando a la basura, las botellas de cervezas retornables y las otras a la basura, vasos y platos que lavo con detergente y agua caliente que quemo sus manos, sacudir los manteles y cambiándolos por otros nuevos y limpios.
Finalmente se sentó y echó su cabeza para atrás por el cansancio, sintiéndose un poco cansado le dijo que iría devuelta dormir un poco más, ella solamente asintió y siguió tomando mate.
Tadeo abrazando la almohada y durmiendo boca abajo, comenzó a soñar con la misma niña de la otra vez, su cara ahora era más reconocible piel marrón un poco más oscura que la suya, ojos negros y pelo negro rizado, dientes blancos, nariz bonita, y pudo notar algo más.
El escudo del uniforme de la escuela secundaria a la que iría más adelante.
Y como antes, después de besarse la expresión de la chica seguía sonriendo, pero sus ojos decían otra cosa y antes de que pudiera hablar, Tadeo fue despertado por su madre que lo invitaba a tomar mate afuera.
Eran las doce de la mañana.
Tadeo ocultó su rostro en su almohada y suspiro enojado.
Mientras tomaba mate, Rodrigo, un primo de su tío de parte de su madre, le dijo que, si quería a ir un cumpleaños que lo invitaron, que solo había pibes mientras que los otros adultos estarían en otro lugar.
Sin nada que hacer aceptó, sus padres no dijeron nada ya que pensaron que estar acá todo el día capaz lo estaba agobiando, lo cual Marcelo solo le dijo que tuviera cuidado.
Pero era en la noche y que debían vestirse formalmente o bien vestido.
Tadeo por suerte había traído sus jeans negros que diseño al igual que su camisa naranja y su corbata negra.
Para cuando se hizo de noche, la muchachada invitada tanto por rodrigo como por la cumpleañera, ya estaban preparados para irse caminando debido a que estaba cerca de aquí.
Y no esperaban lo que iba a suceder ahí, tanto para los chicos como para Tadeo.