—Las palabras de Xia Sitong eran como una espina invisible que se clavó inadvertidamente en lo más profundo del corazón de Shen Hanyu.
Esa no era la respuesta que Shen Hanyu quería. En cambio, era la respuesta clara de Sang Qianqian, sí o no.
Ambos estaban demasiado cerca en ese momento, tan cerca que sus caras casi se tocaban, y podían oír la respiración del otro.
—Shen Hanyu, realmente no sé. Suéltame, esto es un hospital... —Sang Qianqian estaba desconcertada, temiendo que él hiciera algo escandaloso en la habitación.
Debía estar realmente nerviosa. Su cuerpo estaba tenso en sus brazos y temblaba ligeramente.
Los profundos ojos de Shen Hanyu se posaron en su rostro y miró a Sang Qianqian durante mucho tiempo. De repente sintió que no tenía mucho sentido que ella le diera una respuesta clara.
Ella ya era su novia, así que no importaba si se conmovía o no. Incluso si no se conmovía ahora, podría hacerlo en el futuro.
¿Y si nunca se conmovía?
¿Acaso no estaría con él por eso?