La razón por la que Rochelle hizo esa pregunta fue porque ella también había estado embarazada antes. En ese momento, sus náuseas y vómitos matutinos eran bastante graves, dejándola mareada y con náuseas todo el tiempo.
La condición de Samantha en ese momento se parecía a la época en que Rochelle estaba embarazada.
—Embarazada.
Tan pronto como Samantha escuchó esas palabras, su pálida tez se volvió aún más fantasmagórica y parecía aún más desangrada.
Sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba incrédula a Rochelle. Su voz era extremadamente ronca y preguntó, «¿Qué... dijiste?».
Rochelle no pudo evitar fruncir el ceño cuando vio desesperación y pánico—en lugar del más mínimo atisbo de alegría y deleite—en la expresión de Samantha.