La luna llena alumbraba desde lo alto del cielo, su luz era hermosa y brillante hasta el punto de no solo alejar la oscuridad, sino los malos recuerdos y la horrible actualidad, lastimosamente, por más hermosa y brillante que esta sea y los sentimientos que puedan despertar en uno, la realidad es otra y bajo ella, esquivando los distintos obstáculos del descuidado camino, un hombre y una mujer corrían sin descanso.
- ¡Leo!
- ¡Ana!
La vista podría ser considerada romántica, después de todo, la preocupación en los gritos que ambos lanzaban al otro, mientras mencionaban su nombre, era verdadera, pero estaríamos romantizando la situación mucho más allá de la exageración, pues sus cuerpos delgados y demacrados mostraban la dura vida que habían llevado hasta ahora, eso sin mencionar que el tono de sus gritos no eran precisamente conmovedores, pues si bien la preocupación era verdadera, si uno los escuchara solo podía describirlo como gritos de horror causados por un miedo puro y verdadero.
El hombre corría por delante, volteando a cada segundo como si quisiera asegurarse que la mujer que amaba aún estuviera ahí, sin embargo eso causó que sus torpes pasos lo hicieran tropezar y cayera arrastrando a su acompañante con él.
- ¡Levántate, vamos!
La urgencia se notaba en sus palabras y acciones, puesto que ninguno le preguntó al otro si se había lastimado. Tan solo se levantaron mientras temblaban y retomaron la marcha.
- ¡Ya casi, ella dijo que si lográbamos escapar de este campo nos dejaría en paz!
- ¡Sí!
La pareja parecía estar a punto de desmayarse, no dejando otra opción más que elogiar su perseverancia y fuerza de voluntad. Lamentablemente, aunque todo el mundo lo hiciera, siempre habrá alguien que opine lo contrario y dicha persona entró en el campo de visión de ambos, causando que detengan sus pasos y que la energía con la que gritaron desapareciera mientras sus rostros se tornaban cada vez más y más pálidos.
- No... No... puede ser... u-usted nos dijo...
El hombre cayó de rodillas y las piedras en el suelo causaron heridas dolorosas, sin embargo el hombre no reaccionó y sus ojos perdieron el foco, como si la vida hubiera escapado de él.
- L-L-Leo... Levántate… vamos...
La mujer detrás suyo lucía como si no tuviera sangre en su cuerpo, algo que podría no estar del todo equivocado, ya que correr descalzo por esta tierra árida e infértil había causado severas heridas en sus pies, sin embargo, a pesar de la apariencia y de como sintió que la vida había llegado a su fin, la mujer no se rindió. Ella llamó un par de veces más a su amado, pero este nunca reaccionó, entonces sacudió su mano con fuerza y se soltó para comenzar a volver por donde vino.
- ¿Yo les dije? Puede ser... sí, ahora que lo pienso se los prometí.... sin embargo, ¿Por qué debería respetar mis promesas con el ganado?
La mujer corrió mucho más rápido de lo que ella y cualquiera hubiera podido imaginar, pero algo era extraño y perturbador. No importaba cuanto lo intentaba, no importaba cuanto se alejara, las palabras de aquella persona o ser llegaban a sus oídos como las dulces palabras de la muerte, entonces, cuando estas se detuvieron, una enrome criatura saltó por sobre ella y, en un segundo, la vida que tanto lucho por mantener hasta el final había terminado.
- ¿Eso es todo? Qué aburrido...
Los sucesos transcurrieron sin descanso y con una gran velocidad, pero sin importar la poca reacción de la única persona presente, la brutalidad y lo traumarte de los hechos convertían este escenario en uno sangriento y terrorífico.
- Mira aquí pequeño, este aún esta con vida así que disfruta comiéndolo.
- Grrrrr...
La única persona sobreviviente resultó ser una mujer que reveló su hermosa apariencia cuando cerró un paraguas con el que estuvo bloqueando la poca iluminación. Vestía un largo vestido que le llegaba hasta los talones, además, un corsés bien ajustado moldeaba su figura como la de un reloj de arena, y finalmente su largo, sedoso y brillante cabello rubio estaba adornado por un lazo tan rojo como su vestido, labios y ojos.
Su piel era tan blanca que podría apreciarse de noche, incluso cuando la luna este llena, sin embargo, a pesar de que la mujer pueda ser descrita por muchos como "Perfecta", la verdad es que nadie en el mundo antiguo o moderno aceptaría a hablar con ella, pues su verdadera identidad era rebelada por el homúnculo que la escuchaba como a una madre. Esta mujer era un bruja.
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Año 001 del Nuevo Calendario Humano (N. C.): La humanidad había sido sometida ante las Brujas, lastimosamente no se pudo encontrar registro alguno de como lograr matar a una, ya que si bien existían materiales o mesclas que les afectaban, independientemente de la cantidad, no eran capaces de acabar con ellas, es por eso que a pesar de que la humanidad decidió usar su última arma de defensa, la bomba atómica, quedó impotente frente al verdadero poder que cada una representaba. Sin ****** ***** ** ******** **** La **** *** ** **** ** ********** ** * ************ * ********* * **
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Año 745 N. C.: La raza humana se encontraba bajo el reinado de las Brujas sin ningún cambio, o al menos hasta el día de hoy, ya que si bien fuimos sometidos y esclavizados durante siglos, el ser humano puede estar orgulloso y gritar a los cuatro vientos que nunca se rindió y hoy, gracias a la coincidencia, suerte y habilidad de miles de seres humanos, por primera vez en la historia se logró acabar, no, mejor dicho, matar a una Bruja.
El mundo fue destruido y después de tantos siglos era imposible que aún existiera alguien con el conocimiento de las honorables personas del pasado, quienes cazaban y lograron acabar con muchas de estas criaturas con forma de mujer. Sin embargo, gracias a las casualidades de la vida fue posible rescatar un libro donde se contaba las prácticas de los antepasados y así, c****** ** ******* ** ** ***a***** la **** ***** ********** ** *** * *** *
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"Pagina 8*. El ***** de un Sobrevi**ente." ** ***** ****