Punto de vista de Cassius
Finalmente, el caso terminó. Cerré mis ojos y salí de la sala de juicios, pero justo cuando salía, sir Halmington me estaba esperando.
Suspiré y lo seguí.
—Su alteza, hice lo que me dijo —respondió, haciendo una reverencia
—Y —pregunté y él negó con la cabeza,
—Entonces ya puede irse.
Con eso, di un paso pero Ian ya estaba allí parado sonriendo.
—Si yo fuera tú, no saldría por ahora —como siempre, sus palabras eran de manera indirecta.
Fruncí el ceño y salí cuando vi que Marianne estaba abrazando a su abogado, mis ojos se quedaron en ellos por un momento, pero antes de que pudiera decir algo, se rieron y caminaron hacia su cámara.
—Pensé que ella habría dicho gracias, pero entonces, ¿cuándo le había dicho yo perdón?
—Su alteza —cerré mis ojos, ya que sabía lo que estaba por venir. Había dado mi primera declaración muy astutamente, pero quién hubiera pensado que habría una segunda.