Punto de vista de Casio
Me senté en la silla con cara de cansado. Anoche no dormí ni un poco. Estuve ocupado quitándome el maquillaje y luego escalar la pared y saltar me cansó aún más. Aun así, tenía que asistir a la reunión y responder a todas las preguntas tontas de los oficiales. Me sentía tan cansado que lo único que quería era tomar una siesta.
—Su alteza —miré hacia arriba para ver que Francis estaba allí con cara pálida.
—¿Qué sucede? —pregunté molesto, su rostro me decía que eran malas noticias.
—Su alteza, la señora Isabela le ha invitado a almorzar. Dijo que estará cansado después de la reunión con los oficiales. Por lo tanto, debería comer algo nutritivo que ella ha preparado personalmente para usted —su voz iba bajando cada vez más mientras miraba mi cara que se oscurecía.
—¡Ja! ¿Preparó ella misma? ¿Acaso ella sabe cocinar? —pero luego una idea me vino a la mente y una sonrisa maliciosa se formó en mis labios.