[CONTENIDO MADURO SOLO PARA LECTORES DE 18 AÑOS O MÁS]
Marianne abrió los ojos lentamente. Su rostro estaba rojo y cubierto de sudor, él también jadeaba fuertemente ya que su cuerpo aún sentía el placer de su toque, ella era tan dulce como él había imaginado. De hecho, fue mucho mejor de lo que había pensado. Casi se sentía como si también fuera su primera vez.
—¿Te sentiste bien?
—Mmm.
Sus ojos soñadores eran como pociones de amor, excitándolo aún más y él lo perdió. Se inclinó y la besó.
—Entonces, ¿podemos hacerlo una vez más? —preguntó él y sus ojos se agrandaron.
—Pero si ya lo hicimos, no creo que pueda soportarlo... —negó ella con la cabeza mientras sentía que su cuerpo se desmoronaba.
—Shhh.. prometo que esta vez seré suave —y con eso la tomó en sus brazos y la hizo montar sobre él. Sujetó su cintura fuertemente mientras tomaba sus brazos y los enrollaba en sus hombros.