[CONTENIDO MADURO SOLO PARA LECTORES DE 18 AÑOS EN ADELANTE]
Marianne sentía tanto dolor como placer juntos. Él era tan grande que ella sentía como si sus músculos internos se fueran a desgarrar, pero al mismo tiempo la sensación de estar tan llena era algo que no podría describir con palabras. Sus músculos se estiraban hasta un punto inimaginable. Él estaba dentro... dentro de ella. Era como un sueño, pero la sensación era tan real que no podía describirla.
—¿Estás bien? —preguntó Casio al ver las líneas que se formaban en su frente y su cara adoptando aquellas expresiones dolorosas. El sudor cubría todo su cuerpo como si hubiera corrido un maratón. Su cuerpo seguía rígido, él podía sentirlo. Necesitaba relajarse.