Casio Pov
Por la mañana, cuando salí hacia el carruaje para partir hacia el palacio real, vi a James. Estaba despidiendo a sus caballeros. Finalmente la paz regresaría, pero tristemente, aquella a quien amo también se iría con él.
Me miró con una sonrisa burlona como si se riera internamente de un chiste y me enfurecí. Estaba seguro de que se burlaría de mí por el resto de mi vida pero entonces, si de todos modos iba a molestarme, ¿por qué no usarlo en mi beneficio?
—James, necesito un favor de ti —le pedí acercándome a él.
—¿Y qué es eso? —preguntó él, sorprendiéndome.
Me acerqué más a él y le susurré al oído. Se rió tan fuerte que quería golpearlo.
—Ustedes dos ciertamente se aman mucho, aún así son lo suficientemente tontos para lastimarse una y otra vez —comentó.
—¿Me ayudarás o no? —Ignoré el comentario ya que no tenía respuesta, él estaba en lo cierto.