—Marianne. Te amo. Sé que he cometido errores, pero tú también. Prometo amarte y apreciarte en el futuro —dijo mientras sostenía mi mano, mis dedos temblaban un poco, cuando añadió ese anillo en mis dedos.
Miré hacia él y luego hacia los demás que estaban aplaudiendo. Mi madre sonreía con lágrimas en los ojos. Mi hermano que me miraba intensamente y por último, pero no menos importante, Isabella que ardía de rabia.
Sonreí mientras me tomaba en sus brazos y pronto el juego continuó. La música empezó de nuevo, y esta vez se detuvo en Jamie. Lo miré mientras preguntaba:
—¿Te casarías solo por casarte o preferirías enamorarte y luego casarte con alguien a quien aprecias toda tu vida? —pregunté y él parpadeó, incluso Charles lo miró como esperando su respuesta seriamente.
—Nunca lo he pensado seriamente... Haría lo que fuera favorable para mi familia —dijo, encogiéndose de hombros.