Punto de vista de Cassius
—¿Por qué haces tantas preguntas? —preguntó el hombre, mirándonos con ojos alerta.
En el momento en que los vi, supe que eran proscritos. Por lo tanto, inventé una historia para ocultar nuestra identidad como plebeyos, aunque más cercanos a los nobles para justificar las joyas de Marianne. Podía ver que todavía no lo demostraban, pero desconfiaban de nosotros. Sus manos se acercaban más a sus armas.
Sabía que ella estaba afectada por el nombre de marqués, yo también. Pero luego había muchos marqueses en el imperio. Entendía su ansiedad, pero esa no era la manera de preguntar.
—Ah, mi esposa, este no es momento para chismear. ¿Verdad? —pregunté mientras la abrazaba por detrás y la jalaba hacia mí. Ella me miró y yo la fulminé con la mirada.