Punto de vista de Katherine
—¿Qué quiere decir con que no puedo entrar en la oficina? ¡¿Acaso sabe quién soy?! Podría encerrarlo en prisión al instante por su insolencia.
—Lo siento, pero estamos siguiendo la orden de su majestad, su alteza.
—¿Qué quiere decir? Yo trabajo aquí. Esta también es mi oficina —escuché a Rosemunda gritar y realmente me hizo enfurecer.
—Déjenla entrar —dije en voz baja, sin embargo el guardia lo escuchó bien y la dejó entrar.
¡Vean que no había necesidad de gritar como una banshee todo el tiempo!
—¿Qué significa esto, su majestad?
Alcé una ceja mientras ella se paraba altiva frente a mí y me hacía preguntas como si le debiera algo.
—¿Ha olvidado sus modales, Rosemunda, dónde están sus saludos? —pregunté, mirándola directamente y alzando una ceja.
