La voz de la señora Liu se volvió aguda:
—Bai Zhi, de verdad eres desalmada. ¿Él es tu tío y solo lo llamas por su nombre? Es el hermano de tu padre.
Bai Zhi se burló:
—No creas que estas palabras podridas me afectarán. Yo, Bai Zhi, no me dejaré convencer por las mismas viejas mentiras.
Cuando Bai Zhi y su madre estaban luchando, ¿la Familia Bai las consideraba parte de los suyos? Bai Dazhu nunca las consideró como la familia de su hermano menor, ni una sola vez. Ella es la hija del tercer hijo de la Familia Bai, y todo lo que le ofrecieron fue sufrimiento.
¿El hermano del padre? ¡Su desfachatez no tiene límites!
La señora Zhang había anticipado este desenlace hace tiempo; no se sorprendió. No reaccionó como la anciana y la señora Liu. ¿De qué serviría la ira? Este desenlace era lógico y esperado. Si estuvieran en el lugar de Bai Zhi, ¿no actuarían de la misma manera?
La señora Zhang susurró a la anciana: