—Dios... no —el hombre de repente terminó el beso otra vez y retrocedió. Jadeaba y su rostro estaba lleno de deseo y culpa al mismo tiempo.
No quería arruinarla. Ella era virgen, una mujer respetable, y él la amaba tanto.
Nicolás no quería manchar la reputación de Sophie durmiendo con ella ahora. Quería llevarla a la capital, presentarla a sus padres y declarar su amor para que el mundo fuera testigo, y luego casarse con ella en una ceremonia nupcial regia y hermosa, digna de una reina.
—Nic... —Sophie avanzó hasta que sus cuerpos volvieron a tocarse.
Había estado pensando en ello mientras Nicolás salió a enfriar su cabeza, y finalmente, tomó una decisión.
Se sentía tan amada, deseada y protegida cuando estaba con Nicolás. Y ella podía ver su lucha con su deseo por ella. Eso mostraba que su amor por ella era puro. No quería actuar por impulso. Nicolás incluso intentó esperar a que ella se durmiera antes de volver a entrar.
Todos estos gestos tocaron su corazón tan profundamente. Sabía que había conocido a un buen hombre, que la amaba incondicionalmente y la respetaba.
Sophie también lo amaba y quería estar con él para siempre. Dado que su amor era puro, seguramente terminarían juntos y se casarían, y consumarían su relación.
Tanto si tenían sexo ahora como más tarde, no haría diferencia porque Sophie no podía imaginarse siendo íntima con nadie más que con Nic. Ella quería que él fuera su primero, su único.
Entonces, ¿por qué no hacerlo ahora? Ahora o más tarde era lo mismo para ella. Mientras fuera con Nicolás.
Ella lo deseaba tanto como él a ella.
—Sophie... —susurró Nicolás. Su nombre sonaba tan dulce cuando se deslizaba en su lengua.
Amaba su nombre, Sophia Hansley. Sonaban tan femeninos y elegantes.
Princesa Coronada Sophia Hansley Hannenbergh, más tarde Reina Sophia Hansley Hannenbergh.
Su apellido y el de ella encajaban tan bien juntos.
—Nic... —Sophie tocó ligeramente su musculoso pecho descubierto con sus dedos y trazó su piel hacia su duro abdomen. Nicolás sintió un escalofrío en su cuerpo con su toque. Su temperatura comenzó a elevarse lentamente.
Su voz era tan seductora.
—Sophie... Yo-Yo... creo que debería dormir afuera esta noche... —dijo Nicolás con voz ronca.
Secretamente esperaba que ella dijera que no, que no debía salir, que podía simplemente dormir dentro de esta cabaña y nada pasaría. Quizás ella podría convencerlo. Él no se fiaba de sí mismo con su deseo desenfrenado por ella en esta situación.
La mano izquierda de Sophie tocó la suya y las entrelazó, mientras su mano derecha continuó trazando su piel. Su toque lo hacía cosquillas y el hombre sintió su parte inferior del cuerpo calentarse.
¿Qué estaba haciendo...?
¿Estaba ella... iniciando la intimidad... justo como cuando inició un beso antes?
Nicolás contuvo la respiración en anticipación. Sus ojos la observaban como un halcón observa a su presa, no porque la considerara su presa, sino porque quería asegurarse de no perderse ni la más mínima señal.
¿Ella también lo deseaba...?
Sophie sonrió dulcemente y llevó la mano de Nicolás a su pecho. Él pudo sentir su corazón latir con fuerza.
Ella también estaba nerviosa, igual que él, pero quería ser valiente y dejarle saber a través de sus acciones que él era bienvenido y que ella también lo deseaba tanto como él a ella.
—Te amo Nic... —susurró ella. Su voz era ronca y seductora—. Te deseo... Por favor, hazme tuya...
Algo se atoró en la garganta de Nicolás. No pudo decir nada durante unos momentos. Todavía no podía creer lo que escuchaba. ¿Quería ella ser suya?
¡El placer era todo suyo! ¡Le encantaría!
—Te deseo, Sophie... —finalmente Nicolás se acercó y la besó de nuevo. Luego, la miró y preguntó nervioso—. ¿Estás segura de esto?
—Sí, estoy segura... —Sophie asintió. Rodeó sus manos alrededor de su cuello y lo besó de nuevo. Cuando sus cuerpos se tocaban así, Nicolás podía sentir su suave pecho y el calor de su cuerpo.
Ella tenía ese tenue aroma a flores frescas y dulces. Llenaba sus fosas nasales cuando se besaban de nuevo. Esta vez, su aroma se volvía ligeramente más obvio. ¡Le encantaba!
Era tan seductor y hacía que su mente danzara de felicidad. Se besaron durante algunas rondas y lentamente sus cuerpos se sintieron más relajados. Los besos eran dulces y calmantes. Les daban a sus mentes la dosis inicial de placer.
Los pómulos de Sophie estaban sonrosados. Incluso bajo la luz tenue, los ojos de Nicolás podían ver todo claramente con su visión de licántropo. Ella se veía tan hermosa cada vez que posaba sus ojos en ella, pero esta noche, se veía especialmente más atractiva de lo usual.
Había un encanto especial que misteriosamente envolvía a Nicolás y lo volvía loco por ella. Su deseo se disparaba al máximo y su pene palpitaba, pidiendo penetración y, luego, liberación.
—Oh, Sophie... —Nicolás empujó el cuerpo de Sophie hacia la cama y la recostó suavemente. Luego se puso encima de ella y se presionó contra su cuerpo.
Durante el beso anterior, sus manos habían manoseado su vestido y ahora la mayoría de los botones de la parte de arriba habían sido desabrochados. Ahora, podía ver sus pechos asomarse por la apertura superior de su vestido. Lucían extremadamente bellos. Cada pecho era rebotante y de buen tamaño, perfectos en sus manos.
No podía esperar a ver el resto de ella. Entonces, Nicolás rápidamente desabrochó el resto de los botones y le quitó el vestido.
Sophie mordió su labio y miró a Nicolás con anticipación mientras él la despojaba de su ropa una por una.
Su respiración era agitada y emitió un gemido cuando Nicolás sacó la última prenda y la tiró al suelo.
Nicolás jadeó.
Su cuerpo desnudo se veía mucho más hermoso de lo que había imaginado.
.
.
_______________
Bueno, bien, al parecer todavía tenemos más "snusnu" en el próximo capítulo XD.