Charlotte podría haber esquivado fácilmente la bofetada, pero simplemente se quedó allí y exclamó con la cara pálida. —¡Dylan!
Dylan avanzó frente a Charlotte, agarró la mano de Olivia y la empujó sin piedad.
Olivia cayó al suelo, y no esperaba que Dylan la bloqueara.
—¡Saquen a esta mujer de aquí! —ordenó Dylan al guardia de seguridad con un gesto.
—¡Maldito seas! —Olivia luchaba y lloraba a Dylan mientras era arrastrada por la seguridad—. Preferirías creerle a esa mujer que a Savannah. Señor Sterling, no sé exactamente qué pasó entre tú y Savannah, ¡pero esta mujer debe haber hecho algo para causar un malentendido entre ustedes dos! ¡Ahora ella quiere matar a Savannah! ¿No te importa? ¿Cómo puedes permitir que a Savannah la intimiden de esta manera?
Un destello malicioso apareció en los ojos de Charlotte. Temerosa de que el corazón de Dylan se ablandara hacia Savannah al oír sus palabras, dio unos pasos y abofeteó el rostro de Olivia.
