—¿Hola? —dudó mucho tiempo antes de responder.
—Savannah —desde el otro lado de la línea llegó la voz ligeramente ronca de Kevin.
Sonaba muy tenso y triste, y ella casi podía ver lo demacrado y desanimado que estaba.
Kevin solía ser elegante y gracioso, nunca así. Se redujo a esto todo por ella; fue demasiado cruel dejarlo regresar solo a Italia.
Pero tenía que ser cruel.
Le explicaría a Kevin que ella se venga de su padre muerto.
—¿Sí? —su tono era indiferente y distante.
—¿Te mudaste a Lago Verde? —preguntó Kevin; su voz era un poco lastimera. Sabía que Dylan había comprado de vuelta su casa en Green Bay para ella. Ahora que se había mudado a ella, ¿significaba que se habían reconciliado con Dylan?
—No necesito explicarte mis asuntos privados. Será mejor que mantengamos nuestra distancia por un tiempo y reconsideremos nuestra relación.