—Savannah Schultz —dijo la Abuela Rowe con gravedad—, puedo admitir que eres hija de Joanne, pero debes recordar, nunca serás la hija de la familia Rowe. La verdadera dama de la familia Rowe es Charlotte. Ella debería tener lo mejor. Así que, no discutas con ella por nada ni por nadie. No me importa qué relación tenías con Dylan antes. ¡Pero ahora, deberías renunciar de inmediato y mantenerte alejada de él!
Una sonrisa fría jugaba en los labios de Savannah mientras escuchaba.
La familia Rowe era tan arrogante y egoísta.
¿Qué se creía la Abuela Rowe?
¡Ella era la hija de Joanne, ya sea que la anciana lo admitiera o no!
En cuanto a ser la hija de la familia Rowe, ¡a ella no le importaba!
—¿No entiendes? —La Abuela Rowe apretó los dientes—. Te dije que dejaras de acosar a Dylan. ¡Quizás podría tratarte como a media nieta!
Savannah casi estalló de risa. ¿No era demasiado arrogante la anciana al pensar que a ella le gustaría ser su media nieta?
¡Bah!