La indiferencia en el rostro de Dylan mostraba su actitud.
Viejo Sterling suspiró de nuevo.
—Escuché de Louis que Savannah está saliendo con otro hombre... y se va en unos días. ¿Qué estás pensando? ¿Solo dejarás que se vaya al extranjero otra vez con ese hombre? —preguntó.
—Si realmente quiere ir, no puedo detenerla. Aunque puedo dejarla, no puedo dominar su corazón —respondió Dylan, su voz era tan fría como la nieve, resonando en la gran habitación.
—¡Claro que puedes detenerla! Ella es la madre de Kaiden y tu esposa legal. No puedes simplemente verla irse con otro hombre... —dijo Viejo Sterling con ansiedad.
Dylan cerró el bloc de notas y se levantó, sacó un papel doblado y lo lanzó sobre la mesa de café frente a él.
Viejo Sterling recogió el papel y lo desplegó, asombrado.
Era un certificado de divorcio.
—Dylan, tú... ¿te divorciaste? —preguntó.
—Sí —respondió Dylan secamente—. No me importa lo que ella vaya a hacer.
Viejo Sterling cayó en silencio.
* * *