El día antes de nuestra partida...
Savannah estaba en trance. Esto le recordó que pronto dejaría el país. Tal vez nunca volviera a ver a alguien después de esta vez.
—¿Savannah? ¿Qué te pasa? —Kevin notó el matiz de pensamiento cambiante en sus grandes ojos.
¿Indicaba su hesitación una falta de voluntad?
—Nada... —Savannah sonrió, tratando de animarse.
—Savannah, Dylan vino a verte hoy, ¿verdad? —Tomó una profunda respiración y la miró.
—Hmm...
—¿Te dijo algo? ¿Te pidió que te quedaras?
—No. De hecho, se fue poco después de enviar a Kaiden aquí.
—¿Qué piensas? —preguntó Kevin de repente.
—¿Qué?
—¿Realmente, realmente quieres volver a Italia conmigo? Savannah, si lo lamentas y quieres quedarte, solo dime —Kevin la miró a los ojos.
Savannah se mordió los labios y bajó la mirada.
—Realmente quiero volver a Italia contigo —dijo en voz baja. Su cabeza se inclinó y mecánicamente retorcía el extremo de su chaqueta entre los dedos.