```
—¿En serio? —La voz de Kevin sonaba mucho más aliviada.
—Bueno, ya sé que nunca me mentirías, ¿verdad?
—Kevin hizo una pausa y respondió —sí. No te mentiría.
—Eso bastará —Savannah curvó sus labios.
* * *
Al día siguiente, Savannah recibió una llamada de Dylan temprano en la mañana. Le pidió que se encontraran para discutir su divorcio.
Cuando Savannah llegó al lugar acordado, Dylan ya estaba allí. La mirada asesina en él hizo que Savannah temblara incontrolablemente.
—¿Lo has decidido? —preguntó él fríamente.
—Sí —contestó Savannah con firmeza. El hombre frente a ella se veía pálido, con oscuras señales de falta de sueño bajo sus ojos.
Pero no era asunto suyo. Todo lo que ella quería era terminar la ridícula relación con él lo antes posible. Si él accedía a tener un divorcio de mutuo acuerdo con ella, sería mejor que lidiar con ello en la corte.
—¿Olvidaste lo que le prometiste a Kaiden? —Dylan la miró fijamente, sus ojos parecían piedras grises sin brillo.