—No te muevas, Kevin —Savannah se apresuró a detenerlo—. Ahora debes descansar.
—Savannah. ¿Fuiste a ver a Dylan? —Kevin la miró.
—Bueno... sí —asintió Savannah, un poco angustiada. Kevin había sufrido todo esto por ella.
—No culpes a Dan —Savannah se mordió el labio—, de hecho, sospechaba algo incluso si no me lo decías... Solo que... no esperaba que él hiciera eso.
—Savannah, no quiero mencionarlo de nuevo. No te lo tomes a pecho —suspiró Kevin.
—¡No! ¡Esto es algo serio! Él... casi te mata. ¡Debe asumir la culpa! —exclamó Savannah, apretando su mano.
—No mencioné al oficial que él había estado en el garaje. La policía tratará este accidente solo como un accidente —dijo Kevin con calma.
—¿Por qué? —Savannah estaba sorprendida—. ¿Realmente vas a dejarlo así? ¿Tienes miedo de que la policía no pueda hacerle nada?
—Por ti —Kevin le dio una mirada profunda.
Savannah lo miró boquiabierta.