Kaiden se recostó en el coche de mala gana después de que su mamá se bajara y se fuera.
—¿Por qué no le dices a la Srta. Schultz que tu papá sí ayudó? —Louis miró hacia atrás.
—Papá dijo que no puedo decirle a mamá, o no me dejará ver a mamá por un mes —Kaiden hizo un puchero impotente—. No sabía qué estaba pensando su papá.
¡Qué buena oportunidad! ¿Por qué papá no dejó que mamá supiera que él fue quien la ayudó? De esa manera, mamá seguramente se conmovería y dejaría al Tío Rival.
* * *
Katrina sacó su teléfono celular y marcó un número mientras bajaba los escalones frente al centro de exposiciones.
—¿Hola? ¿Katrina? —respondió una voz femenina suave.
—Charlotte, lo siento, esa perra pasó a la final —dijo Katrina pesadamente.
La chica al otro lado del teléfono era Charlotte.
Katrina y Charlotte eran exalumnas de la universidad. Aunque no estudiaron la misma carrera, eran amigas cercanas.
