Cuando comenzó la actividad, Savannah supo por qué Dylan le había pedido que ahorrara energía.
Juego de globos, Búsqueda de caramelos, Carrera de tres patas... Cada juego requería un gran esfuerzo físico. Los padres o tutores debían cooperar con sus hijos para completar todos los juegos.
Era mediodía cuando todas las actividades terminaron. Savannah hacía tiempo que no hacía tanto ejercicio y estaba casi exhausta. Kaiden todavía recordaba los juegos, muy enérgico. Él tomó la mano de Savannah, saliendo saltando del jardín de infancia. Dylan caminaba detrás de ellos.
Cuando salieron de la puerta, un guardaespaldas se acercó a ellos. Estaba a punto de pedir a Savannah y a Kaiden que se subieran al coche cuando vio la advertencia en los ojos de Dylan. Inmediatamente entendió y se retiró respetuosamente.
Dylan fue hacia el Lamborghini, abrió la puerta trasera e introdujo a Kaiden. Luego fue a la puerta del pasajero delantero y la abrió, mirando a Savannah.
—Súbase —dijo simplemente.