—Lo siento, ¡volveré a revisarlo ya mismo! —La voz de Tony denotaba nerviosismo.
En la impresión de Savannah, Tony siempre se daba aires y miraba por encima del hombro a todos. Era la primera vez que estaba tan asustado y humilde. Realmente calmaba su enojo ver a Tony siendo regañado así.
Tony la miraba con desdén, ¡pero había alguien que podía ponerlo en su lugar!
—¿Revisarlo? —se burló Dylan—. ¿Qué vas a hacer? Cuéntame ahora sobre tus planes.
Tony no tenía planes ahora. De hecho, estaba muy seguro de sus dibujos de diseño y no pensó que se le requeriría revisarlos o rehacerlos.
Dylan sonrió irónicamente. Luego se volvió hacia Savannah —¿tú qué piensas?
—¿Yo? —Savannah se señaló a sí misma, sorprendida.
—Señor Sterling, ella es solo la nueva diseñadora asistente en nuestro departamento, todavía no califica para participar en el diseño... —dijo Tony nervioso.
—¿Tú qué piensas? —repitió Dylan, mirando a la pequeña mujer a través de Tony.