—Savannah es mi esposa. De todos modos, sé lo que hago. Te informaré con antelación antes de que llegue el momento de la boda —Dylan parecía un poco impaciente y no quería hablar más.
—¿Tienes problemas? ¿Qué te pasó en Chicago? —Aunque enojado, el viejo Sterling se sentía extraño. Desde que Dylan volvió y aún quería casarse con Savannah, ¿por qué no realizar la ceremonia enseguida? ¿Por qué posponerla de nuevo? ¿Tal vez tenía alguna pena secreta?
—Nada. La boda no se va a cancelar. Solo va a ser tardía. No creo que sea un problema —Dylan dijo secamente.
—¿No deberías explicar? —Al ver que Dylan no quería decir más, el viejo Sterling perdió los estribos.
—El que necesita mi explicación no está aquí —Con eso, Dylan se dio la vuelta y salió de la villa.
