Charlotte pensó que Dylan era igual. Así que incluso cuando Dylan llevó a Savannah a la fiesta la última vez, ella no le dio mucha importancia.
Pero ahora, no estaba tan segura.
Dylan había gastado tanto dinero y esfuerzo para complacer a Savannah. En su mente, Savannah era más que su amante.
Charlotte comenzó a sentir pánico y miedo. Después de mucho tiempo, ajustó su estado de ánimo. Una sonrisa clara y confiada apareció de nuevo en sus labios.
No podía ser derrotada. Tenía buena apariencia, una familia rica y estaba bien educada. Debería luchar por su felicidad, por el hombre que había deseado durante tantos años.
La inesperada chica al lado de Dylan despertó su espíritu y voluntad de lucha.
No podía permitirse esperar. ¡Decidió decirle a Dylan que estaba enamorada de él desde hace años, hoy mismo!
Pensando en esto, sacó su teléfono y marcó el número en su mente. Sin embargo, una voz femenina indiferente respondió, —Lo siento, el abonado al que llamó está apagado.