Emma subía las escaleras con la sopa nutricional hirviendo cuando vio al señor Sterling salir de la habitación de Savannah.
—Señor Sterling, ¿se va? —preguntó educadamente Emma.
Dylan asintió con expresión fría —cuida de la señorita Schultz—. Luego echó un último vistazo a la puerta cerrada y bajó las escaleras de prisa.
***
La semana siguiente, Dylan fue a la casa de los Sterling dos veces.
Siempre llegaba al anochecer y cenaba con el viejo Sterling y Savannah.
No obstante, el viejo Sterling notó que cada vez que Dylan venía, Savannah nunca le hablaba primero en la mesa de la cena. La atmósfera entre ambos era tensa y callada. Cuando Dylan tomaba la iniciativa de preguntar algo sobre el bebé, Savannah respondía de una manera distante.
Después de la cena, Savannah solicitaba que Sophie o Emma la llevaran a pasear por el jardín o subía corriendo a su habitación y se cerraba en ella.
De cualquier modo, Savannah parecía estar evitando a Dylan.