Valerie observaba a su prima en silencio.
Dado que Savannah estaba embarazada de tres meses, su vientre debería haber estado creciendo. Sin embargo, hoy llevaba un vestido suelto y su vientre se veía plano, y nadie podía notar que estaba embarazada. Quizá era porque no tenía buen apetito durante su embarazo, se veía incluso más delgada que antes.
Una envidiosa sonrisa fría apareció en los labios de Valerie. Sentía el impulso de empujar a su prima con fuerza al suelo.
—¿Qué sucede? —Devin notó la sensación de Valerie y la miró.
—Nada. —Valerie sacudió la cabeza, intentando suprimir su emoción. Luego sonrió confidencialmente.
¿Cuál es la prisa? Todo había sido planeado. Esta pequeña perra no daría a luz a este niño sano y salvo.
Jamás dejaría que Savannah tuviera la oportunidad de casarse en la familia Sterling y pelear con ella por el puesto de anfitriona de la casa.
Savannah fingió no ver a Valerie cuando ella y Devin se acercaron a ellos.