—¿Por qué de otra manera mantendría en secreto su embarazo? ¡No quería hacer público su embarazo para nada!
Si un hombre amara a su mujer, estaría ansioso por contárselo al mundo, deseoso de compartir su alegría con todos.
Savannah cerró los ojos y se mordió el labio, tratando de quedarse dormida lo más rápido posible.
* * *
Después de esa noche, Dylan regresó y se quedó en Beverly Hills durante varios días, sin importar cuán ocupado estuviera en la empresa.
Cada vez que venía, como aquella noche, dormía en su dormitorio y la rodeaba con un tierno abrazo.
No hacían nada más que dormir.
De día, Sarah y los sirvientes en la villa vigilaban de cerca a Savannah todo el tiempo por miedo a que algo saliera mal de nuevo.
Savannah sabía que Dylan y sus sirvientes en la casa estaban todos alerta, y ella no sería libre por mucho tiempo.