—¿Qué tonterías estás diciendo? ¡El bebé en mi vientre es, por supuesto, el precioso bisnieto del viejo Sterling! —Valerie perdió la compostura.
—¿Ah, sí? ¡Bien! Le pediré a Savannah que le diga al viejo Sterling que verifique el ADN del bebé. ¡Ahora también se podía comprobar el ADN fetal! —Olivia solo la desafió para asegurarse de que la mujer era ella. Ahora creía que el bebé no nacido en Valerie realmente tenía problemas, así que no se molestó en hablar más con ella. Olivia se dio la vuelta y se dirigió hacia las escaleras para irse.
Valerie se alivió al escuchar que Olivia aún no le había dicho a Savannah. Al ver que se iba, se puso nerviosa de nuevo y corrió tras Olivia para agarrarle el brazo.
—¡No! No le digas a Savannah, ¡por favor! —Olivia se detuvo y soltó una burla:
— Entonces admites haber tenido un encuentro de una noche con alguien más y que el bebé no es el propio hijo de tu esposo, ¿verdad?
Valerie apretó los dientes y se quedó pálida:
