Savannah sintió sus delgados labios tocar su oreja como una pluma, se sobresaltó y su rostro se sonrojó.
—¡Dylan...! —Le robó un beso.
—¡Tenía valor, besándola frente a tanta gente!
Dylan vio el rostro sonrojado de Savannah, se inclinó y susurró deliberadamente en su oído:
—Estate tranquila, bebé. Nadie pudo verlo.
—¡Coqueteó con ella en el escenario!
—¿Era realmente tan divertido el amor oculto?
—¡Pero ella tenía miedo de ser vista!
Savannah se movió un poco al lado de la cabeza de Dylan, sintiendo su corazón latir:
—Señor Sterling, gracias por el collar —dando un paso atrás en silencio, dijo—. Haré mi mejor esfuerzo para ser una buena portavoz y siempre estaré a la altura de las expectativas del Señor Sterling y JK.
—Bien, creo en la Srta. Schultz —Dylan se encogió de hombros con una sonrisa y luego salió del escenario y volvió a la mesa VIP.
La conferencia de prensa continuó.