—Esto es lo que he preparado especialmente para ti. ¿Todavía no me has perdonado? —Devin acercó la copa hacia ella, su voz suave.
Savannah se sintió enferma pero logró ocultar su emoción. Solo pudo tomar la copa, tintinear suavemente con la de él, y dar un sorbo.
—Devin sonrió más brillante, y su voz temblaba de alegría —Savannah, nunca pensé que pudiéramos sentarnos a beber algún día. Sabes, si tu prima no hubiera quedado embarazada por un truco, no me habría casado con ella. Todavía estoy esperando a que vuelvas a mí.
—¿Entonces por qué me traicionaste? —Savannah regañó suavemente.
—Todos los hombres cometen errores. Soy un hombre normal. Te negaste a hacer el amor conmigo, y tu prima no dejaba de seducirme. ¿Cómo iba a resistirme? —Devin dijo como si él fuera el herido.
Qué idiota... Savannah maldijo a Devin interiormente pero no dijo nada.
Devin estaba sorprendentemente complacido al ver que ella no replicaba. Extendió lentamente la mano para tomar su suave mano.
