—El rostro de Miller se volvió pálido. ¿El señor Sterling le pidió a Savannah que decidiera su destino?
—Nunca pensó que Savannah tuviera un lugar tan prominente en la mente del señor Sterling. ¡Una simple pelea no podía sacudir la posición de Savannah en absoluto!
—Miller miró a Savannah con culpa, llena de arrepentimientos. ¡Si hubiera sabido esto de antemano, no habría sido tan provocativa para molestar a Savannah!
—La secretaria representa la imagen de la empresa —dijo Savannah secamente—. Y la secretaria jefe es más bien una portavoz de su jefe. No creo que deba permanecer en el grupo por más tiempo. Solo dañará tu reputación. ¿Esperaba que ella suplicara por Miller de nuevo?
—Miller apretó los puños y se volvió púrpura.
—El motivo es sólido. ¿Escuchaste eso? —Dylan miró a Miller.
—¡Señor Sterling, no estoy convencida! ¡Solo estoy en negocios! ¡No puedes despedirme por esto; el público sabrá que he sido agraviada! —Miller apretó los dientes—. Era tan desagradable.