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—No me sigan. Vayan y hagan su trabajo ahora. No estoy borracho y puedo cuidarnos a los dos, está bien —Jorge ordenó a todos los ayudantes que lo seguían. Pero ellos todavía seguían caminando a una pequeña distancia de ellos.
—Si veo a alguno de ustedes detrás de mí, todos morirán —siseó Jorge porque sentía como si lo siguieran innecesariamente. En ese instante los ayudantes se dispersaron por sus vidas.
—Oye, ¿por qué gritas? —Jorge oyó a Miley murmurar tímidamente mientras ella rodeaba sus brazos en su cuello.
—Nada Miley. No te alteres y vuelve a dormir. Estamos casi llegando a tu habitación —Jorge susurró. Llegaron a la habitación de Miley y Jorge suavemente colocó a Miley en su cama y le subió la manta para ella.
Se sentó al lado de la cama y contempló la cara dormida de Miley que se veía adorable y tenía un rubor rosado por todo el rostro debido a haber bebido demasiado esa noche. Le retiró algunos mechones de cabello que le cubrían la cara para ver más de su belleza.
—¿Estás verdaderamente seria en rendirte conmigo? —él audazmente hizo la pregunta con la que había luchado por preguntarle ya que sentía que Miley estaba dormida. Él tocó su mejilla y la acarició suavemente con una mirada amorosa en sus ojos.
Estaba a punto de levantarse para dejar su habitación e irse cuando sintió que la mano de Miley se envolvía alrededor de su muñeca.
—Duerme aquí a mi lado Jorge, por favor. Quiero que me abraces como lo hacías cuando éramos pequeños —Miley murmuró con los labios pucheros. Sus ojos estaban borrosos, y parecía muy dormida.
—Ya no somos esos niños Miley —Jorge susurró pero Miley lo ignoró y con todas sus fuerzas lo haló hacia su cama. Jorge también tropezó y cayó justo a su lado. Al encontrarse junto a él, Miley se recostó cómodamente en su calor.
—Se siente cálido y confortable. Realmente amo tu calor. ¿No puedes hacer al menos eso? Dame un abrazo fraterno como antes. Después de todo, somos hermanos, así que tratémonos así. No te preocupes, no le daré otro significado a todas tus acciones, hermano —Miley susurró.
Ella no estaba borracha pero su tolerancia al alcohol era bastante alta, a diferencia de lo que Jorge creía. Incluso antes en el pasado, cada vez que llamaba a Jorge para que la recogiera contándole sobre su estado de ebriedad, no estaba tan borracha. Solo quería ver a Jorge correr a dondequiera que lo llamara.
Era buena jugando a la borracha porque había estado usando esa excusa y engañando a Jorge para obtener su atención utilizando su supuesta 'embriaguez' durante años.
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A veces dudaba de sí misma si era lo suficientemente atractiva porque Jorge no rompía su autocontrol en absoluto. Él era un caballero puro que nunca la tocó inapropiadamente ni una sola vez.
No sabía si admirar a Jorge o debería matarlo por ser tan caballero.
Como en ese momento, su cara estaba demasiado cerca de la suya, pero él no se atrevía a moverse. Siempre estaba como una estatua a su lado. Ella estaba hurgando en esos pensamientos suyos sobre Jorge cuando sus pesados párpados tiraron de sus ojos para dormir.
Jorge por otro lado no podía moverse en absoluto. Se quedó congelado en su posición como una estatua. Si tan solo Miley supiera la cantidad de autocontrol que él estaba reprimiendo en su interior para suprimir su anhelo deseo de avanzar en una relación con ella.
Cómo deseaba poder abrazar toda su locura y besar esos hermosos labios húmedos y lascivos cuando los puso de morritos hacia él. Cómo deseaba arrullarla para dormir todas las noches en su cama, pero no sabía qué lo detenía de confesarle.
¿Cuánto tiempo había pasado desde que se convirtió en semejante hipócrita? —se preguntó recordando el momento en que se dio cuenta de que amaba mucho a Miley pero no como a una hermana.
Tenía dieciséis años entonces, cuando se dio cuenta de que su protección hacia Miley no era solo porque actuaba como su hermano mayor. Era un poco más posesivo con ella que incluso Liam. Y un día cuando se dio cuenta de esto, se preguntó a sí mismo por qué. Se preguntó por qué intimidaría o amenazaría a todos los hombres, en secreto detrás de la espalda de Miley, que incluso intentaran acercarse a Miley. Nunca fue capaz de tolerar a ningún chico o hombre que se le acercara demasiado.
Pero desafortunadamente, no tenía suficiente valor para decirle a Miley lo que realmente siente por ella. Podían llamarlo cobarde todo lo que quisieran porque se declaraba culpable si su resistencia hacia ella se categorizaba de cobarde.
Miley confesó primero cuando se graduó de la universidad, pero él la rechazó diciendo que eran hermanos. Quería seguir siendo su hermano y mantener esa relación con ella. Fue duro para él hacer eso, pero entonces no estaba seguro de sí mismo hasta ahora.
—¿No soy el mayor hipócrita de todos? —se cuestionó Jorge. Ahora, la situación finalmente había llegado a un punto en que Miley dijo algo alarmante. Jorge sintió esa advertencia, preguntándose si Miley realmente dejaría de perseguirlo. Su corazón dolía al escuchar esas palabras. Incluso ella lo llamó 'hermano' y no sonaba bien a sus oídos.
Él amaba a Miley, pero por alguna razón, tenía muchas dudas e inseguridades que lo retenían. Siempre sentía como si no fuera el hombre adecuado para Miley. No quería herir a Miley de ninguna manera. No quería decepcionar a su padre, a Liam y sobre todo a Miley. Le debía todo lo que era ahora a su familia.
—Jorge, ¿realmente necesitas más tiempo para armarte de suficiente valor para aceptar las cosas tal como son? —se recordaba a sí mismo constantemente.