Liam se sorprendió al ver el número parpadeando en su teléfono móvil, frunció el ceño y exclamó:
—¿Cuándo tomó mi número? ¿Quién le dio mi número personal? —murmuró mirando la pantalla de su móvil mientras salía de la sala de reuniones.
Jorge siguió detrás de Liam. Miró furtivamente y vio el nombre de Lana en la pantalla:
—Lo tiene porque se lo di yo, también le di mi número. Pero la pregunta más importante es, ¿cuándo guardaste su número y de dónde lo obtuviste? —susurró.
—Está escrito en su bio-datos Jorge —respondió Liam mientras contestaba la llamada, pasando por delante de Jorge.
Jorge dejó de seguirlo... Estaba a punto de preguntarle a Liam por qué había guardado el número de Lana, pero controló su alma bromista conociendo el temperamento de Liam.
—¿Ya se va a casa? —Jorge respiró, viendo que Liam se dirigía directamente al ascensor.
Por otro lado, Liam se sorprendió al escuchar la palabra 'amor' en la voz de Lana. Poco sabía él que su corazón no estaba tan compuesto como siempre había estado y que solo esa palabra de su boca era capaz de alterarlo.
No obstante, se compuso y tosió levemente. Le tomó una eternidad darse cuenta de que algo estaba mal para que ella le llamara de esa manera.
—¿Dónde estás? —Liam le preguntó a Lana después de que ella le dijo que la señorita Tang la estaba acosando.
—Estoy en el estacionamiento del sótano 1 ahora mismo... —Escuchó responder a Lana.
El rostro de Liam se frunció mientras presionaba el botón en el ascensor hacia el estacionamiento del sótano 1. La dulce voz de Lana llamándolo 'amor' casi lo dejó congelado, pero al escucharla mencionar el nombre de la señorita Tang, ya no se preguntó qué estaba pasando.
Sin embargo, su corazón ya confundido no estaba preparado para lo que vendría a continuación. Tan pronto como salió del ascensor vio inmediatamente a Lana, quien le dio una dulce sonrisa. Se acercó a él saltando, cariñosamente puso sus brazos en sus hombros y le dio un suave y rápido beso en los labios.
Liam estaba rodeado por ese tentador aroma que había estado buscando la oportunidad de oler desde que ella entró en su oficina y no pudo evitar ahogarse en esa oportunidad de tomar otra bocanada.
Su mente y su corazón estaban en guerra y por un lado, su corazón estaba absorto disfrutando de ese aroma.
—¿Qué pasa con ella que a menudo aprovecha la oportunidad de hacer esto conmigo? —La mente de Liam no dejaba de quejarse en su interior.
Pero antes de que Lana pudiera alejarse de él, las manos de Liam se movieron de manera inconsciente por su propio impulso. Rodeó con un brazo su cintura, usó la segunda mano y tiró de su nuca para darle un beso 'DE VERDAD'.
—Si ella puede aprovecharse de mí, debo terminar lo que ella empezó.
Lana estaba demasiado sorprendida y miró su apuesto rostro con ojos redondos. Antes de que pudiera retroceder, sintió que él invadía sus labios y la besaba a cambio.
A propósito mordió su labio inferior e inmediatamente dijo mientras tocaba suavemente su labio con los dedos:
—Lo siento amor, pero es incómodo cuando alguien nos está mirando. Vamos...
Lana enganchó sus brazos en los de Liam y pasó junto a la señorita Tang, que parecía congelarse donde estaba. Su cara estaba ardiendo roja de ira y vergüenza...
Lana hizo una pausa y se volvió a mirar a la señorita Huang y dijo —Debes estar curiosa ahora de saber cómo hice que Liam Sy se enamorara de mí. Bueno, para eso necesitas ser yo... una nadie como Lana Huang... Y por cierto, nunca permitiré que mi hombre maneje ningún caso tuyo personalmente, así que no pierdas tus esfuerzos en pedirlo.
Liam, por otro lado, seguía tan sin habla como la señorita Tang mientras Lana los sacaba hacia la puerta de salida y él seguía como un mero títere.
—¿Crees que ella todavía está ahí parada mirando desde nuestra espalda? ¿Qué tal si vas conmigo en mi coche y te dejo en algún lugar para encontrarte con tu conductor? Quizás eso sería mejor... —Lana instruyó en un susurro y estaba a punto de llamar a Jorge.
—Mi conductor está aquí así que no hay necesidad de llamar a Jorge... —Liam respondió simplemente mientras su coche se detenía frente a ellos.
Liam abrió la puerta del asiento trasero y susurró —Entra... Tenemos que seguir adelante ya que probablemente ella esté ahí mirándonos.
Lana hizo lo que le dijeron y entró en el coche de Liam.
—Dale tu dirección a mi conductor y haré que mi conductor te deje en tu lugar —Liam habló en cuanto entró en su coche. Agarró su teléfono móvil y envió un mensaje a Jorge.
—Eso no es necesario... Necesito mi coche para venir a la oficina mañana. Solo déjame cerca y volveré al edificio para buscar mi coche —Lana sugirió.
Liam suspiró. Estaba irritado al ver a Lana actuando tan calmada como si nada hubiera pasado entre ellos.
—¿Está dispuesta a besar a cualquier chico para escapar de una situación así? —caviló, molesto.
Mientras Lana seguía hablando sobre dejarla cerca de la oficina, su teléfono móvil sonó y ella escuchó cómo él transmitía su dirección a su conductor.
—Esa es mi dirección pero... cómo... —Lana murmuró.
—Preveo que te resistirías así que pedí a Jorge que me enviara tu dirección. Haré que mi conductor te recoja mañana por la mañana, así que no te preocupes por tu coche —Liam dijo.
—¡Rayos... Si no fuera por esa mujer que me está molestando! —Lana exclamó y le lanzó a Liam una mirada aguda.
Los músculos faciales de Liam se contrajeron y con una ceja arqueada señaló —¿Qué? Podrías haberme dado solo un abrazo ligero o haber tomado mis manos, entonces, ¿por qué me besaste?
Lana rodó los ojos y respondió —Ese tipo de mujeres no se detendrán hasta que vean algo realmente convincente. Apuesto a que no se detendría incluso si te besara en francés frente a ella. Solo viendo sus ojos cuando me di la vuelta, estoy segura de alguna manera de que ella significa más problemas en el futuro.
Liam no comentó porque no estaba familiarizado con las maniobras de las mujeres en absoluto. Mientras Lana lo mantuviera alejado de problemas, entonces todo estaría bien. Pero, ¿de dónde le vino este sentimiento de que Lana sería más problemática para él que cualquier otra persona pudiera serlo?