```
Una sonrisa pesimista se formó en su rostro y cerró el guardapelo, guardándolo de vuelta en el bolsillo de sus pantalones.
Se levantó y giró su cabeza cuando escuchó un golpe en la puerta.
—Adelante —permitió.
La puerta se abrió y nada menos que Logan se adentró en la habitación en su silla de ruedas.
Llevantó la cabeza y miró a Lucius, quien arqueó una ceja en su dirección.
—¿Hay algún problema? —preguntó Lucius.
—No, padre. Solo quiero preguntarte algo —dijo él, haciendo que Lucius frunciera el ceño.
—Ya veo... —Lucius caminó y se sentó en la larga mesa—. Continúa —permitió.
Logan lo miró fijamente y un profundo suspiro salió por su nariz.
—Padre, tú no odias a Valerio como afirmas, ¿verdad? —preguntó.
Al oír su pregunta, inmediatamente una mueca apareció en el rostro de Lucius y frunció el ceño.
—¿Por qué lo preguntas? ¿Lo dudas? —devolvió una pregunta.