Cuando ella conoció a Damon por primera vez, sintió como si ya lo hubiera conocido antes...
Aila estaba frente a Damon en la habitación secreta debajo de la mansión. La pareja se observaba mutuamente. El rostro de Aila se volvió curioso mientras se acercaba a él; el lazo la empujaba a ir hacia él también.
—Damon —susurró ella.
Él se acercó hacia ella, casi sacándola del shock de darse cuenta de que conocía a Damon desde niña.
—¿Tú y yo éramos amigos de la infancia? —Su voz era baja mientras sus ojos recorrían sus rasgos.
—Sí, lo éramos.
—¿P-Por qué no dijiste nada? —tartamudeó ella.
Damon dio otro paso hacia ella, —Algunos de nuestros recuerdos juntos son oscuros, llenos de sangre, Aila. No quería sacar algo a la luz que pudiera desencadenarte. Has pasado por mucho en poco tiempo .