—¿Curiosa? —bufó Malia—. ¡Más bien enfurecida! ¡El chupetón está cerca de la marca de compañero! ¿Esa persona intentó reclamar a nuestra Keira?!
—Aila se detuvo en seco, masajeando los hombros de Damon mientras él se sentaba rígidamente en la silla del escritorio video llamando a alguien que no creía que él llamaría voluntariamente pronto.
—No lo había pensado así... —comenzó Aila—. ¿Crees que son su compañero entonces?
—Malia bufó—. Más le vale. De lo contrario, podría haber sido premeditado. —Estaba claro que la protección de Malia se estaba activando.
—¿Premeditado? —Aila frunció el ceño—. No le gustaba cómo sonaba eso. Sí, hablaría con Keira y vería qué podía averiguar sobre esa persona misteriosa que le había dejado un chupetón.
—No puedo creer que mi niña esté creciendo", murmuró Damon en un ensueño—. Aila apretó sus musculosos hombros y apoyó su barbilla en uno.