Debido a los medios y a la afluencia de fans de Amerie, volvieron más tarde de lo previsto. Colocaron el equipaje de Keira en su habitación mientras ella empacaba su mochila de montar con libros y su uniforme. Un golpe firme en sus puertas pausó el avance de Keira hacia el balcón.
—Keira, te llevaré a la escuela hoy. Escuché que las multitudes están de vuelta afuera —Finn, el guardia de confianza de su madre, amigo y el Delta de la manada, llamó desde el otro lado de las puertas.
—¡Gracias, Finn! —Keira gritó, frunciendo el ceño por el pinchazo de culpa en su pecho por lo que estaba a punto de hacer. No le importaba TANTO cuando era Rex quien intentaba protegerla, pero Finn era como un tío, un familiar al que no quería molestar o decepcionar.
—¿Recojo a Chloe y te encuentro en el vestíbulo? —gritó Finn.