—Permaneciendo al margen de todos durante la boda entera, Davian Cross iba vestido para impresionar con un traje a medida, sus cabellos de cuervo peinados hacia atrás, aunque algunos mechones rebeldes permanecían pegados a su frente —se sentía perdido e inseguro mientras observaba a todos.
—Había vivido muchos años, la mayoría de los cuales los había pasado despreciándose a sí mismo y a Casio, quien le había estado forzando a hacer sus deseos —aunque en realidad, no era mucho lo que Casio le pedía. El punto era que Davian no tenía elección en el asunto. Ahora era extraño que tuviera esa libertad que una vez perdió y observaba cómo los demás en la manada de la Creciente Plateada y amigos de Aila y Damon elegían pasar su tiempo.