Fue la primera vez que Aila conducía y controlaba una motocicleta. Al principio, iba despacio mientras Damon le instruía sobre qué eran las distintas partes de la moto y qué hacer en la carretera. Los miembros de la manada los observaban con sonrisas pícaras en sus labios. Podían escuchar el enlace mental de la manada agitarse y muchos comentaban sobre la linda cita del Alfa Damon y la Luna Aila.
Aila tenía que admitir que las imágenes que pasaban por su mente de la pareja eran bastante sexis. Incluso le hacían querer hacerlo en la moto.
Hmm... tal vez después...
Su lobo se rio entre dientes y aprobó hacia dónde iban sus pensamientos.
Ahora estaba acelerando por las largas y sinuosas carreteras del campo. No había ido lejos y sentía las piernas temblándole para cuando Damon le dijo que se detuvieran al costado del camino. Habían estado yendo en dirección de las montañas, pero Aila no se sentía todavía confiada en tomar esa ruta, y el cielo estaba oscureciéndose.