Tras el retorno de Aila y Finn, ella se quedó con Damon en su dormitorio durante unos días hasta que recuperó su fuerza y su estado mental mejoró. Damon cuidó de ella, revelando un lado aún más tierno de él que hizo que ella lo amara aún más. Nunca la presionó para hablar sobre lo sucedido, y seguía su ritmo cuando sus besos se tornaban apasionados, lo cual siempre ocurría.
Aila se sentía completa de nuevo, especialmente con el regreso de Malia y los efectos del acónito fuera de su sistema. La mayoría de sus cortes ya habían cicatrizado excepto por el emblema del cazador en su pecho. El lazo ya no estaba bloqueado, y Aila podía sentir una ola de emociones estrellándose contra ella desde Damon, lo que inmediatamente seguía con hacer el amor para ayudarse mutuamente a calmarse.