—Sariah lo miró a Finn, desconcertada por sus palabras. Finn observaba cómo parecía estar en conflicto con sus pensamientos; realmente quería saber qué estaba pensando. Si la marcaba, ¿qué pasaría entre ellos? Finn le apretó la mano nuevamente antes de apartar la mirada de ella. Incluso si ella dijera que no, él iba a llevársela con él. Ella podría odiarlo después, pero era por su seguridad.
—Déjame pensarlo. Es mucho lo que me estás pidiendo... —Sariah suspiró y se levantó.
—Si yo escapo... Serás considerada responsable. No puedo permitir que eso suceda —murmuró Finn antes de volver a sentarse frente a su poste y recostarse en él. Finn la miró hacia arriba, la preocupación marcando sus rasgos.
—¡¿Qué estás haciendo?! —exclamó Sariah en voz baja, mirando hacia la puerta con recelo.