[ El Rey Vampiro ]
Gabriel se sentó elegantemente en su sofá de cuero negro, un brazo extendido en el respaldo del mueble mientras que el otro sostenía un vaso de sangre. Hizo una mueca; normalmente bebía directamente de la fuente, no solo porque era fresco sino porque beber de cualquier cosa que no fuera un cuerpo humano le recordaba su tiempo en el complejo del cazador. Pero últimamente, su impulso de drenar a todos, incluidos los vampiros, era demasiado alto. Acabaría destruyendo su imperio si no tenía cuidado.
Dio un sorbo de su vaso, perdido en sus pensamientos, esperando a que llegara su sirviente, Vince.
—Gabriel.