—Aila sonrió al oír su voz y se mordió el labio, asegurándose de no haber bloqueado su lazo. Quería que estuvieran lo más conectados posible y ya podía sentir olas de sus emociones estrellándose contra ella. Su creciente excitación, su temple y preocupación mezclados con mucho anhelo. Y por un pequeño rato, quería perderse en esta pequeña burbuja creada solo para ellos. Aila no quería pensar en todo lo que atormentaba su mente.
—Un suspiro sin aliento escapó de su boca, haciendo que se sonrojara, pero siguió acariciándose suavemente.
—Podía oír algunos ruidos de movimiento en el teléfono, haciéndola preguntarse dónde estaba Damon. "Aila... ¿Por qué me haces esto...?" Gimió él, y ella se lo imaginó pasando su mano por su cabello desordenado, su bíceps abultándose.
—Sus palabras la hicieron reír sin aliento. "¿Por qué no te unes a mí...?" Ronroneó.