{ Busca lo que encienda tu alma }
Aila no podía evitar sonreír como una niña en un parque temático. Se aferraba a Damon, su cabeza descansando en su pecho, sus piernas entrelazadas mientras dibujaba círculos alrededor de su marca, y Damon le acariciaba el hombro, mirando al techo. La pareja estaba en una burbuja de felicidad sin interrupciones ni distracciones. Los únicos sonidos eran su respiración y los pájaros piando afuera. Aila suspiró contenta, deseando que este momento nunca terminara.
Ahora se sentía completa, acostada al lado de su compañero. Había una esencia de plenitud, un calor en su pecho, y la sensación de que todo estaría bien. La última pieza del rompecabezas había encajado en su lugar, y ella estaba eufóricamente feliz. Damon era su todo, y él era completamente suyo.