—Hola, Caroline, ¿has visto a Diana? He estado llamándola pero no contesta.
Caroline se quedó en silencio mientras miraba a Diana, quien la observaba con desdén a cambio. Su lengua se sentía pesada pero no podía hacer nada.
—Um… no, no la he visto, quizás no esté con su teléfono, dale un tiempo y vuelve a llamar.
—Vale, disculpa por molestarte.
—Oh, no te preocupes, me alegra poder ayudar.
—Sí, gracias.
Caroline colgó el teléfono, soltando un suspiro.
—¿Por qué estás enfadada? —preguntó Diana, frunciendo el ceño. ¿Ya estaban saliendo juntos?
—Ni siquiera lo sé —respondió Diana después de pensar mucho. Se dio cuenta de que realmente no sabía por qué estaba enfadada con él. Solo estaba hablando con una colega. Y además, otros actores masculinos hablaban con ella y él no actuaba así.
Tal vez en realidad era infantil por comportarse de esa manera. Pensó por un segundo y dejó los cubiertos.